EXPERIENCIAS QUE SON REGALOS

Tengo que decir que últimamente tengo muchísimas ganas de escribir en el blog, desde que enseñaron los profesores lo que habían hecho mis compañeros... y yo que consideraba que mi contenido era bastante bueno, me di cuenta de que la realidad no es así.

Entonces desde ese momento tengo muchísimas ganas de escribir cosas en el blog, no por quedar bien, sino porque me hace bastante ilusión por lo que visto de mis compañeros.

Estaba pensando que lo siguiente que tengo que publicar aquí en el blog es un trabajo sobre un video y cómo voy a tardar bastante en subirlo creo que lo lógico ahora mismo es hacer también otras publicaciones, de hecho mientras estoy haciendo el próximo trabajo de Dai estoy en las notas del móvil, con el altavoz puesto para que me vaya escribiendo todo lo que digo jajaja.

Así que he decidido hablar sobre mi viaje a Oporto. Ya que en su momento dije que iba traerme algún dibujo, pero no me dio tiempo porque estuvimos haciendo muchas cosas.

Y quiero resaltar que todo este viaje viene a que el otro día en clase contaron que posiblemente nos íbamos a ir de viaje en el segundo semestre y que no va a ser muy caro y dijo Álvaro que a él había dormido en sitios horribles que había compartido habitaciones con desconocidos, etc. Lo que me recuerda cuando estuve en Oporto y comienzo la historia.

Me fui con mis amigas que me regalaron un viaje A Oporto, y la verdad es que me enteré de a donde íbamos cuando lo anunciaron para que subiéramos al avión.

Cuando llegamos A Oporto no nos costó mucho llegar a nuestro hotel. “Hotel” , la cual yo pensaba que era individual...nos encontramos con ocho camas más, en la cual había un viejo de unos 70 casi 80 años alemán que estaba sin pudor ninguno paseándose por la habitación en calzoncillos delante de unos chiquillos que estaban casi apoco de hacer sus cosas delante del hombre mayor…. menudo panorama... jajajaja ahora me rio, pero en el momento no me hizo ni pizca de gracia.

Pero bueno es normal porque mis amigas y yo no nos podemos permitir ahora mismo pagar algo como cuando vamos con nuestros padres, y realmente es lo que más gracia me hizo del viaje, ahora miro atrás y con esa experiencia no lo cambiaria por nada.

Además así era muchísimo más céntrico y nos permitía visitar muchísimos sitios e iglesias, haciendo mucho turismo sin tener que movernos tanto, además que no me imaginaba que fuera tan bonito Oporto, como realmente es.

Y bueno visitamos iglesias, puentes, miradores la ría, etc. sitios que no me esperaba que fuera a ir con las amigas, porque eso normalmente lo hacemos con los padres, algunos medio obligados, otros les gusta de verdad, como a mi, y mis amigas.

Y aunque al principio me quejaba del hostal, me lo pasé genial, realmente no lo cambiaría por nada del mundo.

Quería terminar con agradecer a mis amigas, aunque no lo vayan a leer, por el maravilloso regalo que me hicieron, porque en vez de regalarme cualquier regalo que a lo mejor después de los años olvidaría, me regalaron uno de los mejores regalos que se pueden regalar: experiencias y momentos. Y eso no te lo quita nadie.